Esta Navidad aprovechando la visita a la familia a Silvia se le ocurrió repetir esta otra. Ella tiene un vínculo especial con sus abuelos y me pidió repetirla. Las risas que nos pasamos mientras intentábamos repetirla quedaron para nuestra memoria.
Os dejo el resultado, teniendo en cuenta que el personaje central ya no se podía sentar en el brazo del sillón por culpa de su metro ochenta. :)
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