Hoy a la hora del "cafelo", el señor P, el atrincherao y una servidora, hemos estado recordando las calamidades y travesuras que hacíamos en nuestra infancia.
Seguro que en la memoria de cada uno de nosotros existe una madre en zapatillas, un columpio/castillo de tubos en el parque o un grupo de niños en la calle dando voces con sus juguetes nuevos el día de los Reyes. Entonces, cuando los niños salíamos a la calle; solíamos hacerlo por dos motivos:
- Te venían a llamar a casa los amigos para que salieras
- Te echaba tu madre a la calle para que la dejases tranquila un rato
El día de Reyes era casi el único día del año en el que los niños de la calle tenían juguetes; el resto del año los juguetes estaban aislados. Lo más fácil era encontrar niños con un balón jugando al fútbol en el descampado (siempre en todos los barrios había un descampado, un kiosko y una vieja huraña víctima de todos los petardos); recuerdo el Tango Adidas de mi hermano.
El juego de después de la lluvia era normalmente "el pincho". En mi barrio nos hacíamos de los hierros que se utilizan en la construcción para las columnas, los que van por dentro del hormigón; aunque también podía valer un destornillador o cualquier otro clavo/pincho que clavase con fuerza en el barro.
Por supuesto la bici era el juguete rey en verano. La mía (compartida con mi hermano) era una de color guinda metalizado, pero creo que se merece un recuerdo especial la motoreta G.A.C..
Otros juguetes de "modas" eran las canicas (que en Cáceres llamamos bolindres), las peonzas y los soldados/indios/pistoleros de plástico que se comercializaban dentro de un sobre de papel. Las niñas teníamos las mariquitas ( o miniaturas ) que ganabamos a otras niñas dando sobre ellas un manotazo para voltearlas; éstas solían guardarse en una lata de crema Nivea vacía. Había otra clase de mariquitas que eran muñecas recortables de papel a las que se les ponían vestidos también de papel; normalmente en el reverso de la cabeza les ponías el nombre que habías inventado para ellas.
Los precursores de los clic de famobil, también estuvieron en mi casa : Los airgamboys. Los de mi hermano solían terminar sin peluca ni gorro, con lo que parecían que todos tenían por cabeza un mini vaso de chupito.
Infinidad de juguetes podíamos seguir recordando.
Yo recuerdo con especial cariño a mi inseparable Nancy ( justo como la de la foto ) que tanto mimé y que terminó en las depravadas manos de mi prima pequeña "la asesina".
¡Qué mayor soy!